martes, 8 de septiembre de 2009

"Las Crónicas de Narnia" Volumen 2

El Príncipe Caspian

Pedro, Susana, Edmundo y Lucía se encuentran nuevamente en Narnia. Para ellos han transcurrido sólo meses desde que se alejaron, pero para los habitantes de ese mundo mágico han pasado cientos y cientos de años. Ahora gobiernan los telmarinos, y los antiguos narnianos viven escondidos. El legítimo heredero del trono, el príncipe Caspian, con su ejército de enanos y de animales parlantes, deberá combatir al enemigo... Y los lectores, de cualquier edad, se verán otra vez envueltos en esa atmósfera maravillosa de realidad y magia creada por el autor inglés.
Ha pasado un año desde que los hermanos Pevensie estuvieron en Narnia, y ahora esperan tranquilamente el tren que los llevará de vuelta al colegio. De repente, una extraña fuerza los saca de la estación de trenes y los deja en un extraño bosque, sin nada para comer más que sus colaciones..
Los niños comienzan a investigar, y encuentran un castillo en ruinas, que por sus medidas, su aspecto y sus alrederores concluyen que es Cair Paravel. Es decir, han vuelto a Narnia. Por suerte para ellos, aún persisten los manzanos que plantaron el día antes de la visita de los embajadores de Calormen.
Extrañamente ahora se encuentran en una isla, siendo que Cair Paravel se encontraba en una península. Luego de cavilar un rato recuerdan que el tiempo pasa diferente en Narnia, y que deben haber pasado miles de años y por eso la península se convirtió en isla y Cair Paravel está en ruinas.
Investigando más descubrieron la sala del tesoro, en donde encontraros sus antiguas pertenecias, sus armas y los regalos de Santa Claus. Por fin estaban completamente seguros que estaban en Narnia. Lamentablemente el cuerno de Susana no estaba allí. Lugo se dispusieron a dormir, bien apretados, para no pasar frío.
A la mañana siguiente, mietras pensaban como salir de la isla, se acercó un bote desde el continente con dos soldados cargando un enano amarrado, dispuesto a ahogarlo. Susana les disparó una flecha y los soldados escaparon, dejando el bote y al enano. Luego de rescatarlo se procuraron un desayuno y el enano les contó su historia, que es más o menos así.



Caspian X era el descendiente de Caspián I, quien había llegado desde Telmar y conquistado Narnia. La niñera de Caspian le contaba historias sobre los antiguos habirantes de Narnia, por lo que fue despedida porque a su tío, el Rey Miraz, no le agradaba, y su nuevo tutor fue el Doctor Cornelius. Él también le contaba esas historias, y un día le reveló que él era medio enano. Junto con decirle esto le dijo que su tío había tenido un hijo, y que probablemente querría matar a Caspian porque era el verdadero heredero del trono y mientras viviera, su hijo no podría ser rey. El Doctor Cornelius le pasó el Cuerno de la Reina Susana, que él había obtenido en su juventud, y le dijo que no lo ocupara a menos que fuera un caso de extrema necesidad, y le dijo que tomara un caballo y partiera a Archenland a buscar refugio.
Luego de mucho cabalgar Caspian cayó de su caballo y se golpeó la cabeza, perdiendo la conciencia. Cuando volvió en sí se encontró con que dos enanos, Trumpkin y NIkabrik, y un tejón, Cazatrufas, lo habían rescatado. Luego de conversar y escuchar la historia de Caspian decidieron dejarlo vivir y presentarle a los demás antiguos narnianos que vivían ocultos. Así conoció a los 3 osos panzones, a la ardilla correvuela, al centauro vendaval y a muchos otros, quienes le juraron lealtad por ser enemigo del Rey Miraz y ser el legítimo rey, además de querer a los antiguos narnianos.
Organizaron un consejo de guerra en el Prado de las Danzas, a donde llegó el Doctor Cornelius gracias a sus artes mágicas. Él les dijo a los narnianos que el Rey Miraz ya sabía de su existencia y que se estaba preparando para pelear. Decidieron hacer su base en el Monumento a Aslan por estar entre los bosques, a los que los telmarinos temían ir.
La guerrilla empezó, y las fuerzas de los telmarinos eran superiores, por lo que decidieron tocar el Cuerno de la Reina Susana para pedir ayuda. Como no estaban seguros de que ayuda llegaría o donde lo haría decidieron enviar a Correvuela al Páramo del Farol y a Trumpkin a Cair Paravel. Lamentablemente a Trumpkin lo agarraron en el camino, y de no ser por Susana, habría muerto.
Luego de la historia que les contó Trumpkin, los niños se aprestaron a partir hacia la Mesa de Piedra, pero Trumpkin no parecía muy convencido de que esa ayuda sirviera. Para demostrárselo, Edmundo le ganó en una competencia de esgrima, Susana en una de tiro y Lucía curó sus heridas con su elixir. Luego tomaron armas y armaduras de la sala del tesoro y partieron siguiendo el Arroyo Cristalino.


Caminaron por un día y medio, hasta llegar a un barranco con un río al fondo. Decidieron bajar el barranco cuando Lucía vio al León por el lado contrario al que pensaban ir, y supo que quería que lo siguiesen. Pero nadie más lo vio, y a pesar de que Edmundo apoyaba a Lucía, decidieron bajar. Luego de bastante caminar llegaron a Beruna, pero fueron recibidos con flechas, por lo que tuvieron que retroceder.
En la noche Lucía se despertó y sintió que la llamaban. Era Aslan, y le dijo que despertara a los demás y que el los guiaría. Lo hizo, y luego de una discusión, siguieron a Lucía, pues los demás no podían ver a Aslan. Con el andar, poco a poco, los demás también lo vieron. Así llegaron hasta la Mesa de Piedra. Aslan ordenó a los hombres que entraran. Las niñas, entrtanto, se quedaron con Aslan y vieron como Baco, Silenus y una gran cantidad de dríades y otras criaturas del bosque los rodeaban en una especie de juego.
Trumpkin y los demás llegaron al Monumento a Aslan, pero antes de entrar alcanzaron a ecuchar una conversación. Nikabrik quería imbocar a la Dama Blanca (así llamaban a la Bruja Blanca) y para eso había traído a una bruja y a un hombre-lobo. Se desató una pelea y los tres que esperaban afuera entraron, matando a Nikabrik y sus dos invitados. Luego de las introducciones pusieron manos a la obra para decidir que hacer.

El Gran Rey Pedro decidió desafiar a Miraz a un combate singular, pues en batalla campal no tenían oportunidad. Luego de consultarlo con sus asesores, quienes pretendían sacar un beneficio de esto, Miraz aceptó el duelo.
Con toda la gente al rededor, el duelo se llevó a cabo. Fue una ardua batalla, y difícil era saber quién ganaría. Repentinamente, Miraz tropezó y no se levantó más, pues uno de sus propios hombres lo había traícionado. Los telmarinos y narnianos tomaron sus armas y se desató la batalla, más hubo algo que cargó la balanza hacia los narnianos. Los bosques habían despertado, y los telmarinos perdían valor. Pronto habían sido arrinconados en Beruna, y el puente había desaparecido.
Esa mañana, Aslan había pasado por ahí, despetando a Narnia y liberando al río del puente. Mucha gente y criaturas se le unieron. Cuando los telmarinos vieron al León palidecieron de terror. La batalla había terminado.
En ese momento un grupo de ratones se acercó pidiendo que ayudaran a su moribundo jefe, Rípichip. Lamentablemente, el elíxir de Lucía no pudo recuperarle la cola que había perdido. Sus compañeros decidieron cortarse la suya, pero Aslan, al ver tal acto de amistad, se la restituyó.
Después de celebrar la victoria, Aslan reunió a los Telmarinos, les contó su verdadera procedencia, y les ofreció mandarlos de vuelta a nuestro mundo. Mandó colocar tres estacas en forma de puerta, y un telmarino aceptó la oferta, cruzó la puerta y desapareció. Los niños, Pedro, Susana, Edmundo y Lucía ya sabían que tenían qeu hacer, pues Aslan había hablado con los dos mayores y les había dicho, además que ellos dos no podrían volver nuevamente a Narnia. Luego se despidieron y cruzaron.
Aparecieron nuevamente en el andén de trenes, y se dispusieron a partir un nuevo año escolar.




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